Este
cambio de estación nos ha tenido un poco atareados. La primavera nos ha llenado
de energía y nos ha impulsado hacia nuevos y emocionantes proyectos que poco a
poco les iremos compartiendo. ¡Contamos con ustedes!
En
nuestras breves ausencias, recordadas por ustedes a través de preciosos
mensajes, no hemos dejado de escribir. Nunca dejamos de hacerlo. Y nos gusta
hacerlo a mano. Incluso estas líneas que leen estuvieron antes contenidas en un
papel con trazos enredados.
No damos la espalda a las nuevas tecnologías, este “blog” es prueba evidente. Pero no queremos olvidarnos del lápiz y el papel. Y no los hacemos desde la nostalgia sino desde el convencimiento de que mejora lo que hacemos y el modo en que lo hacemos.
Escribir
a mano nos mantiene más concentrados en nuestro trabajo y nos ayuda a
profundizar en un tema concreto. También nos ayuda a conocer mejor las
palabras. Nos permite recordarlas con mayor facilidad mejorando nuestro
aprendizaje. Es el mejor apoyo para organizar nuestras ideas de manera eficaz
gracias al proceso cognitivo que se desarrolla a la hora de escribir a mano.
Pese a que todos usamos algún dispositivo móvil, acabamos solucionando las
cosas con papel y lápiz.
Si
escribimos bien, hablamos mejor. Nos expresamos de manera efectiva. Expresamos
nuestras ideas con claridad. Entendemos las de los demás y podemos
contrastarlas.
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